Ocupó la asesoría del ámbito lingüístico-Francés de secundaria del Centro del Profesorado de Sevilla desde el 1 de septiembre de 1993 al 31 de agosto de 1998.
Los recuerdos que tiene de los compañeros y compañeras durante su paso por el centro los recogemos en las siguientes palabras que nos ha hecho llegar:
Aquí se recoge el texto enviado la asesora:
Mi experiencia son recuerdos de un patio de la Alameda sevillana y de árboles en los que maduraban las granás… (¡No se me ofenda, D. Antonio!).
Y…
…Descubrimientos, ideas y ansias compartidas, reuniones ( interminables a veces), improvisaciones (¡qué remedio!), innumerables cursos y otras tantas dificultades, esperanzadores proyectos educativos, también europeos ( FADIESE)…Con buenas dosis de compañerismo y de humor, de risas.
Sentimientos agridulces, suavizados por el tiempo, que han quedado en las vivencias a las que da continuidad mi pensamiento.
Como listar nombres siempre es arriesgado, mejor decir ¡gracias, compañeras y compañeros! y señalar sólo a los inevitables por evidentes:
Incombustible Paco Marín, nuestras manos, nuestros pies, el compañero arreglatodo, infatigable, puntual.
Y el “Dire”, Pepe Murillo, pintor de nuevo lienzo, hacedor de imposibles…
Mi reconocimiento a los dos.
Y gracias también a quienes han propiciado generosamente este encuentro-aniversario que presiento entrañable y enriquecedor.
Mi experiencia son recuerdos de un patio de la Alameda sevillana y de árboles en los que maduraban las granás… (¡No se me ofenda, D. Antonio!).
Y…
…Descubrimientos, ideas y ansias compartidas, reuniones ( interminables a veces), improvisaciones (¡qué remedio!), innumerables cursos y otras tantas dificultades, esperanzadores proyectos educativos, también europeos ( FADIESE)…Con buenas dosis de compañerismo y de humor, de risas.
Sentimientos agridulces, suavizados por el tiempo, que han quedado en las vivencias a las que da continuidad mi pensamiento.
Como listar nombres siempre es arriesgado, mejor decir ¡gracias, compañeras y compañeros! y señalar sólo a los inevitables por evidentes:
Incombustible Paco Marín, nuestras manos, nuestros pies, el compañero arreglatodo, infatigable, puntual.
Y el “Dire”, Pepe Murillo, pintor de nuevo lienzo, hacedor de imposibles…
Mi reconocimiento a los dos.
Y gracias también a quienes han propiciado generosamente este encuentro-aniversario que presiento entrañable y enriquecedor.
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