domingo, 24 de enero de 2016

Juan Capel Ogalla

Ocupó el departamento de informática DIN del Centro del Profesorado de Sevilla desde el 1 de septiembre de 1989 al 31 de agosto de 1998.

Los recuerdos que tiene de los compañeros y compañeras durante su paso por el centro los recogemos en las siguientes palabras que nos ha hecho llegar:

Aquí se recoge el texto enviado por el asesor:

 Monologo del Paleolítico

En una época muy lejana, o galaxia, si se prefiere, existía una “tribu” urbana llamada “Centro de Profesores”, formada por personas de distintos sexos, procedencias e inquietudes, que, en teoría, tenían en común ayudar a sus “congéneres” a realizar trabajos de mayor calidad en sus respectivas áreas de educación.
Esta “tribu”. Como cualquier tribu que se precie, tenía un/a jefe/a, menos mal que no había discriminación de género,  un/a chamán/a, varios/as “guardaespaldas” que formaban el consejo de “ancianos/as”.
Pero, siempre saldrá “el pero” y no la pera, la adversidad inherente a los cargos de mando, el jefe o jefa tenía otro/a jefe/a, que a su vez tenían otros/as/ ídem, que a su vez volvían a tener otros/as ídem, así, casi hasta el infinito menos uno.
Todos los/as jefes/as de todos los rangos y condiciones acordaban, discutían, cedían y por fin mandaban  todas las actividades que los/as demás currantes y “currantas” “debían” realizar. En resumen el o la jefe/a del infinito menos uno, hacían política, y como ya se sabe: La política es la “ciencia” que hace lo imposible en lo posible o viceversa.
Y como en todas las tribus que precedieron a la tribu del CEP,  las que se dedicaban a pintar cervatillos, elefantes, mamuts, bisontes, manos… en cuevas,  se pasó a hacer rayitas y símbolos en piedra, barro, de ahí se pasó a las pieles de animales, al papiro,  papel, madera, cuerdas..  todo ello porque el ser humano es vago por naturaleza, total, llevar una piedra de un sitio a otro tampoco es un gran esfuerzo, es molesto.
Algunos/as sabihondos/as se dieron cuenta que la electricidad se podía llevar de un sitio a otro, que el sonido se podía “transportar” y una matemática descubrió que se podían hacer rutinas y subrutinas con números y letras. Fin del paleolítico, fin del bronce y del hierro, fin de historias antiguas,  medias  y comienzo de la era moderna y contemporánea.
Surgen nuevas tribus: Políticos/as, intelectuales, ricos/as, trabajadores/as, vagos/as, ninis, innumerables…

He aquí que un político español , masculino en este caso, se le encendió la bombilla de bajo consumo en lo alto de su testa y dijo se, a sí mismo y en persona: Si en los reinos y republicas que circundan el mío y otros  allende los mares ( tribus que dejaron de comunicarse por el primitivo  “aaarggg” al más moderno “aaaahhhh”) habían  avanzado  en sus conocimientos e inventaron  unos cacharros infernales utilizados para que la administración de sus respectivos países ( hasta la palabra tribu se modernizó y se cambió por país, nación, republica, imperio, reino)  se hiciera más fácil, y , ¿cómo no?  el político y su consejo de ancianos/as, pensaron: Nosotros  también queremos de esas máquinas para nuestro país.  Se puso en marcha la maquinaria de los distintos jefes/as de las distintas tribus departamentales y a comprar “cacharros infernales”.
Fue la televisión, (otro cacharro infernal) la única, la indiscutible, en unos de los muchos concursos multitudinarios, la primera en utilizar uno de los primeros “cacharros” traídos a precio de uranio enriquecido, la que daba  los/las nombres de premiados/as y su correspondiente premio, salían en  tarjetas de papel perforadas. Por fin había llegado el ¿Neolítico o paleolítico? tecnológico a la España ¿pre- democrática o post- democrática?
Un lujo.
Naturalmente, como todo buen españolito/a que se precie piensa (es un decir o un poner), echa mano del refranero y lee: Donde termina la espalda veo, donde termina la espalda quiero. Surgen las “aguilillas” de las distintas tribus y se inventan unos aparatitos para distraer al personal “tributario” (de tribu) a unos precios monetarios relativamente asequibles, a estas alturas ya se usaba la moneda metálica y hasta en papel, otro lujo.
Spectrum, Amstrad, IBM, Olivetti.. ¡Como avanzaba el paleolítico tecnológico!. Pero como las ciencias avanzan que es una barbaridad, hasta aparecieron impresoras, claro que las letras y números en papel que allí surgían había que mirarlos con lupas de cien aumentos, mínimo.
Otras tribus más adelantadas en tecnología inventaron “cacharros infernales” más potentes y menos voluminosos, se inventó el “chips prodigioso” pero “el parné”, “la guita” era excesivo para los/las tributarios/as.
Los/las grandes jefes/as de las tribus españolas, con su correspondiente consejo de ancianos/as decidieron, después de muchas deliberaciones y presupuestos: Todo el mundo, español, claro está, debe aprender a utilizar todos los cacharros habidos y por haber en el futuro.
Ni neolítico, ni paleolítico, ni edad contemporánea, esto se iba a convertir en un “jardín del Edén“ cacharril”.
Pero, otra vez el dichoso pero: ¿Qué compramos?, ¿quién sabe utilizar estos artilugios?, ¿Dónde enseñamos?, ¿a quienes enseñamos primero?.
Siempre hubo y habrá seres humanos con neuronas no resbaladizas dentro de las distintas tribus que dan con las soluciones.
Compramos donde se venda, evidentemente, nada, a la fuente de todo el tinglado: EEUU, ordenadores IBM, otra fuente Italia, ordenadores Olivetti, ¿impresoras?: vamos a probar con las Olivetti a ver ¿ qué tal?.
Mire usted por donde, oiga que es un mono - logo, lo digo como quiero, faltaría más, en las tribus había “tributarios/as” que tenían ciertos conocimientos e inteligencia para utilizar estos cacharros. Contratados/as.
Elegir el lugar no fue muy difícil, ya se habían creado los Centros de Profesores. Se utilizaban otros medios tecnológicos, unos más que menos, allí se aposentan los/as pioneros/as y a ver ¿ cómo marcha este show?.
Y la última pregunta tampoco fue difícil  darle  solución: Todo/a hijo/a de vecino/a que se dedique a la educación no universitaria y que le venga en gana, como en todas las demás áreas educativas, puede aprender a utilizar ORDENADORES, IMPRESORAS, RATONES, DISCOS, PLOTTERS etc..
Volvemos al refrán anteriormente citado, (póngase en buen castellano, el refrán).
La demanda es fuerte y los medios débiles. Hace falta personal para impartir cursos, cacharros para impartirlos y espacio donde hacerlo.
Concursos de méritos, cacharros a “tutiplén”, adecuación de centros o alquiler de pisos.
Después de la primera hornada, viene la segunda, (de cajón), los/las listillos/as se hacen de sus “cargos” tributarios” y comienza el gran espectáculo.
Tu enseñas, yo aprendo, mando ordenadores, no tengo ni pajolera idea de cómo utilizarlos, te mando a un centro y se inunda, ya se sabe, como diría el “guiri”: “La iuvia en sevia es una magavia”.
De ahí, Atapuerca del aarrggg, a la Iphone, tablets, Smartv, INTERNET, drones, ¿esto último tiene algo que ver?, es igual, ahí se queda. De discos flexibles de cinco y cuarto con capacidad alucinante a discos duros con “millones” de tera bytes.
De monitores “panzudos”, radiactivos, verdes-blancos, negros-blancos a monitores con “trillones” de colores, delgaditos, transportables.
Impresoras matriciales, para los/las modernos/as: (Recuerden, seguimos en el paleolítico inferior o superior, lo dejaremos al criterio de cada uno/a)  eran unas impresoras a las que se le ponía un papel en un “carro”, se enchufaba al ordenador a “pedales”, se colocaba una cinta impregnada en tinta negra o de otro color, “que haberlas, hábialas” , comenzaba a pinchar el artilugio, formaba un ruido de mil demonios y a esperar que terminara. También las había de carro ancho, eso era la “repera”, bueno, las impresoras láser, chorro de tinta ya empezaron a destacar, eso sí a precios prohibitivos.  En estos tiempos ya tenemos  impresoras 3D, haremos clones para quitarnos cincuenta años.
Reuniones, puestas en común, viajecitos “educativos” en hoteles de 3, si tres estrellas, Torremolinos, Granada.  Otros viajecitos a Mollina, Mairena del Alcor, Alcalá de Guadaira, Castilleja de la Cuesta. La internalización había llegado, intercambio de “tributarios”, de conocimientos, degustación de platos exóticos y cata de bebidas.
En Torremolinos el buffet era libre para los/las tributarios/as, “pos” lo quitaron, ¿por qué?. La imaginación es libre.
En Castilleja alguien tomó de postre una fabada asturiana.
En calle Becas además de quitar escaleras y poner algún ascensor que otro, deberían haber comprado barcas, botas de agua hasta la cintura.
¡Oiga!, que también se trabajaba, se preparaban e impartían cursos, desde los más básicos hasta lenguajes de programación (expertos/as).
Aquellos locos cacharros (dos ochenta y seis o tres ochenta y seis) tenían cables, clavijas de enchufe a la electricidad, estábamos muy adelantados, entradas series y paralelo, y ratones, roedores no, cacharritos manuales que dirigían una flechita por la pantalla, se desplazaban por una superficie lisa, pulsación en determinados puntos y a hacer “chorradas”. En alguno de esos cursos básicos podían ocurrir los más pintorescos y extravagantes acontecimientos, por citar alguno: Este ratón no funciona, imaginen, y vean a una colega con el ratón en la mano, mano en alto, en mesa no, al aire y moviendo la mano. ¿Lo has puesto en la mesa y lo has movido?, ¡Ah!, que ¿hay que ponerlo en la mesa? Si. Culpable del desaguisado: el docente. Otro, masculino en este caso: Este ordenador no funciona, docente que va, mira y remira, cables bien, enchufe bien, monitor bien, interruptor ¡mal!, culpable: docente.
Tendrían que haberse inventado antes los ordenadores transportables (portátiles) y pantallas táctiles, cuántos problemas y despistes hubieran evitado. 

Hasta aquí y terminando, lo más importante: las personas, amigos/as, colegas, compañeros/as.
1. Cervecero, “güisquero”, despistado, homo sapiens, sapiens y sobre todo amigo, buenísima persona, el C plus, plus, el turbo pascualero, paracetamol a raudales cuando te subías a las nubes, gracias.
2. Mandamás sin mandar, perdono la mesa, paciente con los “caprichos” de los pedigüeños “DINOS”,  para verte no había que pedir audiencia, debías tener unas ganas de subir unas escaleras “cuasi, cuasi “verticales, en el palomar. Gracias por el mapa.
3. Protestón sin enfadarse, el humo de  tus colegas te traía “amargaito”,  paciencia, señor, paciencia, a ver si un día de estos se atragantan con el humo estos insensatos. Un dibujo “cibernético”, “autocares”, perdón, (sustituir la r por la d). Disculpas miles, por los humos.
4. En unas recónditas habitaciones del palacio “bequero”, ala oeste se podían encontrar dos personas: “cacharrera y cacharrero”,  el cacharrero se compró un coche, normal, dejó un paraguas a la vista, paraguas que voló y cristal que se rompió, Buen estreno. Buena gente.
El “cacharrero” y el “dinamitero” escucharon un día unos ruidos extraños en el Aula de Extensión del CEP de Sevilla, situada en el Polígono de San Pablo  ¡ahí queda eso!, en el patio trasero se encontraba una habitación con las calderas de calefacción, salieron a inspeccionar, abrieron puerta, encontraron a dos “fumetas”, ¡peligro!, combustible+habitación cerrada+fuego producido por los interfectos=cualquier cosa desagradable.
Era buena gente en el fondo, con una conversación relativamente civilizada se desalojó la dichosa habitación calderil. ¡ Valentía, señoras y señores!.
5. Muchacha en aquellos tiempos, que teníamos que hacer declaraciones de renta, aunque no estuviera Montoro.
6. “Ayan Edguar”, “…tu mitiu”, si, es inglés de Irlanda, ¿qué pasa?, ya, que no está bien escrito, bueno y ¿qué?. Hasta algunas frases de Hamlet, obra de Saquespeare: “Tubi o non tubi”, por ejemplo, aprendimos en unos cursos de inglés que fueron impartidos por un profesor irlandés a todos/as los/as componentes del CEP que quisieron.  Hubo tres grupos: El A, superlistos/as. B, listillos/as, grupo formado por varias personas, lógico, entre otras, buena amiga que nos vimos en la Consejería por última vez, hace siglos. El grupo C estaba formado por el pelotón, ya se sabe, no lo digo, o ¿si?, mejor no.
7. Pitecantropus, australopitecus, neanderthal, cromagnon.. saludos matutinos entre dos colegas.  Recuerda amigo el CEULAC de Mollina, eran tales los sonidos producidos por tu respiración nocturna que tuve que pedir auxilio al portero del centro para solicitar, aunque fuera un camastro, y alejarme de la berrea nocturna. Cosas que pasan.
8. Amiga, con tu hija doliente del parecido mal que a mí me aquejó  y continua aquejándome, espero que con los años, que es la mejor medicina para algunos males, hayan curado o mitigado los problemas.
9. Ser endogámico es un defecto, por lo tanto no lo seamos. Acordémonos de los/las colegas de otros CEPs: Castilleja, Alcalá, Lora, Lebrija, Pilas, Écija, Los Palacios..
Buenos y buenas compañeros/as, pasamos buenos ratos en las reuniones, cursos, cursillos. Recordad a Tacirupeca y el bolo. (léase al revés).   
Y por fin se hizo la luz, se pasó de las tinieblas paleolíticas a las luces treintañeras, esperemos a las tribus sesenteras y a ver los/las tributarios/as  treintañeros/as que podéis contar de los/as tributarios/as sesenteros/as.
.J.C.O 2016   





  

  

 





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.